martes, 29 de marzo de 2011

LA TEORÍA DEL DESAPEGO EN MI VIDA

La Teoría del desapego es una de las experiencias más maravillosa que en mi vida he podido experimental. Al principio, cuando aún no te has acostumbrado es un poco difícil aceptarla. hay momento en que tú mismo te ve como un resentido, presiente que está alejándote del mundo.  Reacción lógica de los hábitos y de los afectos a los cuales te había mantenido atado. Aparentemente observa que te está quedando solo, Cuando percibe el mundo que te rodea con tanta indiferencia. Lo que antes te hacia vibrar de emoción hoy apena esas emociones tienen escaso sentido para ti. Te vuelve tan indiferente hacia todas las cosas que tu mismo te siente extraño y desconocido en tu propio entorno. Pero también sientes una sensación de tranquilidad, se apodera de ti una paz interior indescriptible, No hay tensiones, no hay Stress, no teme seguir viviendo, pues cuando se adopta este estilo de vida, tu está viviendo en el aquí y ahora, pero reconoce que este no es tu mundo, te acostumbra a mirar la vida de lejos, te convierte en un espectador del juego de la vida, observa el torneo desde los Blisheers. No te sientes tenso, vive el presente. El futuro no te atormenta, ya que carece de deseos, de ambiciones. Solamente el deseo y las ambiciones permiten que el futuro te atormente, el pasado tampoco te ata, pues el pasado es solamente tu memoria inquieta tratando de buscar en lo que el viento se llevo. No desea el suicidio ni lo auspicia, pero tampoco te aferra a la vida, la manera más segura de perder la vida es cuando te aferra a ella. Ya, lo decías el maestro Jesús, si da la vida en pos de mí, la encontrara.por eso anqué resulte paradójico si desea demasiado la vida la perderá, pues ese deseo desenfrenado por la vida, puedes tentarte a realizar actos en contra de la vida misma. Es difícil muy difícil para poner un solo ejemplo, que un joven en el mundo de las drogas, pueda igualar la edad de quien escribe. En cambio cuando no desea la vida, entonces la vivirá plenamente. Entiendes, no te digo con esto que arriesgue a cada instante tu vida, o que la viva a cada instante al filo de la navaja, ¡no!, sino, que la vivas sin deseos, sin apasionamiento, sin ambiciones. Desde el momento que comienza a desear la vida y ves los años transcurrir, sin lograr las metas soñadas,las manecillas de tu reloj comienzan a dar marcha en sentido contrario, comienza la cuenta regresiva. Te vuelve temeroso del futuro que te espera, y sientes que el tiempo inexorablemente se termina. Entonces te amarra a la vida y desde el mismo instante en que te aferra a la vida, el temor a la muerte te invade interiormente, y es algo lógico, ya que amar  demasiado la vida crea  el miedo a la muerte. Tenemos temor de la muerte a causa de nuestro deseo por la vida. El deseo por la vida crea un temor como reacción: de la misma forma que nuestras gandulas reaccionan ante sensaciones externas o que ocurren fuera de nosotros. Toda acción produce una reacción, es lógico y natural que así sea. El desapego es una forma natural de ser libre, de vivir sin tensiones, el de no permitir que nada ni nadie nos ate o nos encadene. Y por consecuencia lógica de permitir que los demás sean libres, vives sin miedos, sin temores, vives solamente lo que te he permitido vivir, tu propia vida.No desee la riqueza, complácete viendo desde tu mundo al rico disfrutar de ella. No desee la pobreza, trata de ver que puede hacer para que el pobre salga de ella. No desee la tristeza, trata de ver que tanta felicidad puede dar al que sufre. No desee la vanidad, trata de ver cuan humilde pueda ser. Es esta la razón de muchos fracasados en la vida, desean y ambicionan tanto que sin entenderlo van creando sus propias desgracias. Lo que ha de ser siempre será, lo que no ha de ser jamás se lograra, y cuando lo que no ha de ser se persigue con tanto afán, se pierde la vida que tratamos de alcanzar. Cuando hemos sido heridos y a pesar de ellos tratamos de aferrarnos a una relación afectiva, tendremos siempre por delante el rechazo y la humillación, viviremos en un constante sobresalto, pierde tu libertad, tu paz y tu espíritu se debilita. En cambio cuando te desapega de todo esto, recobra tu libertad. Te convierte en filósofo, pues busca dentro de ti otros medios psicológicos para suplir por ti mismo tus propias necesidades interiores. Y esto se hacer sentir feliz, pues por si solo te convierte en tu propio maestro en tu propio guía, sin la necesidad de sensaciones afectivas externas. Toda forma de felicidad exterior tiene su contraparte en lo interior, más natural y aún más profunda y verdadera. Por ejemplo, cuando hace el amor, ¿Qué es lo que inconscientemente busca¿ Unos cuantos segundos de espiritualidad, un momento para estar fuera de tu propia mente, encontrarte en ese éxtasis o estado de (NO MENTE), que es  lo que nos proporciona el “Orgasmo”, Un estado aún más profundo y natural y aún más excelso se alcanza a través de la meditación. Por eso es manifestado en artículos anteriores, que nuestro cuerpo contiene toda la materia prima naturales para suplir carencias exteriores. Por eso cuando no pueda suplir las necesidades que te pueden hacer feliz fuera de ti, abre el cofre de los tesoros interiores. Cuando no puedas alcanzar riqueza material ve y abre tu cofre interior y encontrara riquezas espirituales que te llenaran de dicha y felicidad, que muchas veces te motivan a no desear tantas materialidades. Dejas libre al que te rechaza y menosprecia, pues, pretender vivir aferrado a esa persona siempre encontrara lo mismo, son sus sentimientos y sus bajas pasiones la que te hieren, permítele ser libre, dale la libertad para que continúen enlodando su medio, obsérvalo de lejos, pacientemente y veras en algún momento su despertar. Ninguna persona por muy egocéntrica que sea, por muchos odios, rencores y resentimientos que pueda albergar podrás resistirse al llamado de su consciencia interior divina. Y mientras mas tardan en someterse a esa ley de amor, el fardo de culpa que tendrán que cargar sobre sus hombros será cada día mas pesado. no es posible vivir una vida con el corazón saturado de odio, de resentimientos soterrados, y de ingratitudes no saldada, la misma naturaleza divina del ser interior, no lo permite, excepto que no desee seguir destruyéndote a ti mismo.  

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